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Aprende a cuidar y limpiar tus brochas de maquillaje

Aprende a cuidar y limpiar tus brochas de maquillaje

¿Cada cuánto tiempo debo lavarlas? ¿Qué productos utilizo? ¿Solo agua y jabón? Conoce todos los detalles a continuación.

Las brochas de maquillaje son nuestras mejores aliadas a la hora de maquillarnos, ya que nos permiten crear looks increíbles fácilmente, por eso si están sucias es difícil aplicar los productos y más aún difuminarlos. Queremos enseñarte la manera correcta de limpiar tu colección de pinceles, ya que lavarlas es parte esencial de una buena rutina de cuidado facial, porque nos ayuda a mantener las bacterias y suciedad lejos de nuestro rostro, además así prolongamos su vida útil por mucho más tiempo.

Frecuencia de lavado

Estamos acostumbradas a maquillarnos diariamente, pero en muchos casos no podemos decir lo mismo de la frecuencia en que lavamos nuestras brochas. Lavarlas continuamente nos puede traer beneficios como evitar que nuestros cepillos acumulen bacterias, aceites o suciedad y nos provoquen algún granito o brote de acné.

No es necesario limpiarlas después de cada uso, pero definitivamente una vez al mes no es suficiente. Expertos como dermatólogos o maquilladores recomiendan hacerlo al menos una vez a la semana, por ejemplo puedes elegir los domingos así comienzas preparada para utilizar tus brochas el resto de días.

Si por temas de tiempo no puedes lavar todo tu kit de pinceles una vez a la semana, privilegia las de base, corrector y ojos para evitar acumulación de producto y tocar zonas sensibles del rostro con brochas sucias. El resto límpialas con menos frecuencia, pero como mínimo dos veces al mes.

¿Con qué lavarlas?

En el mercado existen varias alternativas específicas de limpiadores para brochas, también puedes elegir el limpiador facial que estés utilizando de momento, un shampoo de bebé o un jabón suave. Lo importante es que sean productos gentiles, ya que los jabones regulares pueden dañar o secar las cerdas.

Proceso de limpieza

Comienza mojando las cerdas, la idea es evitar que el agua toque el mango del pincel, ya que puede provocar que los pelos se suelten y perder el volumen original. Hazlo con calma y procura que la limpieza solo sea en las hebras.

Coloca unas gotas del limpiador elegido en la palma de una de tus manos, asegúrate que estén limpias y comienza a masajear suavemente las hebras sobre ella. La idea es hacerlo con movimientos suaves y nunca agresivos así no las dañamos. Si quieres puedes invertir en un accesorio de brochas de silicona que tienen una superficie texturizada para facilitar el proceso de limpieza.

Enjuaga bien las hebras con agua, puedes repetir este paso las veces que sea necesario para que salgan completamente todos los residuos y la espuma creada. Toma una toalla limpia y exprime cuidadosamente todo el exceso de humedad con ella. Sacúdela y vuelve a formar las cerdas del cepillo a su forma original.

Déjalas secando en la orilla de tu vanitorio o al borde de un mueble esto permitirá secarlas por completo. La idea es nunca dejarlas hacia arriba para evitar que cualquier humedad entre al mango, tampoco se recomienda que se sequen sobre una toalla porque tardará más en secarse.

Momento de cambio

Del maquillaje, las brochas son las herramientas que nos duran por más tiempo, sobre todo si las lavamos constantemente y las cuidamos como corresponde. Una señal que nos indica que es momento de cambiarlas es cuando se comienzan a perder las hebras, es decir, se desprenden o pierden su forma. Si estás buscando un kit de brochas o alguna en específico puedes visitar una de nuestras sucurs

¿Necesitamos una rutina de skincare distinta para la noche?
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